Otra obra maestra de Santiago Posteguillo. Este hombre tiene la gran habilidad de poder elegir períodos intensos en la historia con personajes entrañables. La segunda parte de la historia de Julia Domna es otro tributo a esta emperatriz que apostó todo por mantener su dinastía.

El libro tiene como subtítulo “Cuando el enemigo es tu propio hijo…, ¿existe la victoria?” lo cual resume la esencia de este capítulo. La defensa del poder en un entorno familiar, a veces con dolorosas situaciones como la pérdida de un hijo.

Esta segunda parte la encontré superior a la primera. Me mantuve al borde del suspenso todo el rato. Julia debe lidiar con las constantes disputas con el Senado Romano, los militares y las batallas que su marido, el emperador Septimio Severo, realiza en Britania y Germania.

Me gustaron las partes, que son frecuentes en todo el libro, donde muestran a los dioses discutiendo sobre el futuro de Julia y el imperio romano y los grupos que se forman para apoyar a cada banco. Jupiter debe mediar entre las diosas Minverva y Vesta, y decidir que tipos de pruena Julia debe pasar en sus últimos años de reinado.

¿Que aprendí?

• La extensión del imperio romano en el siglo II d.C. Situaciones que van de extremo a extremo, y la victoria de un nuevo territorio arrancado a los partos.

• Que el nombre “vacuna” viene del procesos de inoculación de humanos, en el siglo XVIII, con el virus de la viruela de las vacas para curar esa enfermedad.

• Murices Ferrei: Minas terrestres hechas de hierros, usadas por los romanos para herir a los caballos en su batallas con los partos.

Por último, Galeno es otro de los protagonistas con la búsqueda de libros prohibidos de la medicina. Recordar que en estos años no se podían abrir cuerpos humanos post-mortem, por lo que el mayor conocimiento que se tenía era de animales. Galeno sabe que hace varios siglos atrás hubieron dos doctores que abrieron cuerpos humanos ya fallecidos, y documentaron conocimiento en papiros.

Lo pasé genial leyendo esta segunda parte. Dicen que habrá una tercera, pero cuando lo termines dudarás como yo si que realmente hay más tela de donde cortar.

5 de 5 ⭐️

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