Hace una semanas, mi amigo “Caco” Scheuch me preguntó si podía grabar un video en relación a “vidas no convencionales”. En la petición, había un listado de 5 preguntas.
Me puse a pensar y tomé notas de cada uno de los puntos que quería hablar. Este post es el resumen del video que le envié a el.
Hace casi ocho años que vivo lejos de Chile, inmerso en la incertidumbre y lo desconocido que trae la vida en el extranjero. Actualmente resido en Vancouver, BC, Canadá, una ciudad cosmopolita y verde, que me recuerda mucho a mi querida Valdivia.
Como familia, tomar esta decisión de un rumbo menos convencional no fue fácil. Implicó despedidas, cambios profundos, nuevos hábitos y muchas reflexiones. Cada paso en este viaje ha dejado claro que vivir fuera de mi país no solo me define, sino que ha redefinido cada aspecto de mi vida.
Hoy quiero compartir algunos de esos pensamientos con ustedes: desde los sacrificios inevitables hasta las oportunidades que esta experiencia me ha brindado.
🤞🏻 Renunciar para ganar: Los sacrificios personales
Vivir lejos de Chile, mi país natal, tiene un costo emocional que no se puede calcular. Para algunos, estas decisiones se vuelven más fáciles con el tiempo, pero la realidad es que los sacrificios de una vida en el extranjero siempre están presentes.
La distancia familiar
Probablemente, lo que más pesa es la distancia de mi familia. Mis padres, mis hermanos, amigos del colegio y de universidad. En definitiva, esa comunidad que te abraza y te entiende sin necesidad de palabras.
La nostalgia de esos lazos familiares no desaparece; se aprende a convivir con ella. Especialmente como padre, uno quiere que sus hijos crezcan rodeados de sus abuelos, primos, tíos/tías, y al vivir lejos, ellos también pierden esos lazos, esas conexiones familiares que son irremplazables.
Lo que una familia aporta es insustituible y, aunque ya estamos con los “dos pies puestos” en Vancouver, la distancia emocional sigue siendo un factor que se siente intensamente.
El impacto en la comunidad y el sentido de pertenencia
Algo que también extraño profundamente es el sentido de pertenencia y el impacto que uno tiene en su comunidad natal. En Chile y por mi red, sabía que cada acción tenía una consecuencia directa en mi entorno, que podía colaborar en el lugar donde crecí y hacer una diferencia. Aquí, en Canadá partimos desde cero, y esa conexión emocional con la comunidad es más difícil de construir.
En más de una ocasión me he preguntado cómo sería el impacto que ahora tengo aquí si estuviera en Chile. A veces, esa sensación de comunidad y pertenencia en un lugar que uno conoce desde hace tiempo se extraña, porque aporta propósito y permite hacer conexiones más profundas. Por suerte, he podido formar un círculo profesional y de amistades en Vancouver.
Mi experiencia me dice que estos dos círculos, pese a ser geográficamente distantes, se nutren en vez de exluirse.
🧗🏻♂️ Construyendo nuevos hábitos: Salud, reflexión y lectura
Uno de los aspectos más enriquecedores de vivir en un lugar distinto es la oportunidad de replantearse costumbres y adquirir nuevos hábitos que no solo se adaptan a este contexto, sino que, además, me han dado un sentido de bienestar que antes desconocía.
Salud: Ejercicio y alimentación
Una de las primeras cosas que noté en Vancouver fue la importancia que aquí se le da al bienestar físico. La cultura de la salud, el ejercicio y la alimentación consciente son pilares de esta ciudad.
Todo está diseñado para fomentar una vida activa: las bicicletas en cada esquina, los parques que invitan a caminar, correr, o simplemente a estar en movimiento. La misma oferta de productos en los supermercados y mercados locales, repletos de opciones orgánicas y frescas, hace que mantener una dieta sana se sienta natural (aunque algunas veces cueste “un ojo de la cara” 😓).
Este estilo de vida saludable se contagia. Incluso he aprendido a disfrutar más del proceso: hacer ejercicio y tener acceso a una distinta dieta alimenticia ha tenido un efecto profundo en mi bienestar físico y mental.
En Chile, aunque existe esta tendencia hacia la vida saludable, el acceso a ciertos productos orgánicos o actividades al aire libre es más limitado. Aquí, ese acceso ha sido una de las cosas que me ha transformado.
Reflexión personal y autoanálisis
Otro hábito que he desarrollado en estos años es la reflexión consciente. Dedicar tiempo para escucharme a mí mismo, para pensar y escribir lo que siento y lo que aprendo, se ha vuelto una práctica crucial.
La vida fuera de casa trae consigo un cúmulo de experiencias nuevas, que no solo desafían, sino que también moldean, y uno aprende a cuestionar y a cuestionarse más.
Estar lejos de la red de apoyo habitual —la familia y los amigos— me ha empujado a confiar en mi propia intuición y a aceptar que otras veces puedo estar equivocado. De hecho, documentar estos momentos de introspección me permite observar cómo evoluciono en el tiempo y que pensamientos se desvanecen.
Es un proceso de retroalimentación constante que mantiene mis ideas frescas, y me abre a replantearme quién soy y lo que quiero para el futuro.
La lectura: Un hábito de concentración y escape
En este mundo hiperconectado, rodeado de dispositivos y de distracciones digitales (en este podcast lo llaman “armas de destrucción masiva”), he redescubierto la importancia de sumergirme en una lectura prolongada, sin interrupciones.
Practicar este tipo de concentración es un respiro en medio de la rutina, un ejercicio que considero vital en la era de la fragmentación.
Me gusta abrazar el concepto de “anti-biblioteca” —tener más libros sin leer que leídos— porque me impulsa a seguir buscando, a mantener viva la curiosidad. Para mí, cada libro que espera en la estantería representa una puerta a nuevas ideas y cuestionamientos personales.
Por último, llevo conmigo un Kindle a todas partes: es liviano, sin notificaciones, y es el compañero ideal para los tiempos de espera, los viajes o simplemente para sumergirme en un buen libro sin interrupciones.
🧑🏻🏫 Consejos convencionales que elegí no seguir
Vivir lejos y tener esta experiencia me ha hecho también redefinir lo que valoro y en qué elijo invertir mi energía y recursos. Estas son algunas recomendaciones convencionales que antes parecían casi reglas de vida y que decidí no seguir.
Disfrutar de lo material
Antes de venirnos a Canadá, compramos una casa en Valdivia. La aprehensión de ese entonces era: como podíamos irnos a otro país sin haber disfrutado de ese nuevo bien material. O sea, decorarla, invertir en muebles y crear un hogar a largo plazo.
Sin embargo y con los nuevos planes, nuestra estadía fue breve, y nos mudamos antes de haberle dado a esa casa un sentido de permanencia. Después de estos 8 años, siento que no tengo un apego a lo material y que tampoco es una prioridad.
Prefiero invertir en experiencias, en aprendizajes, en momentos compartidos más que en posesiones.
Ahorrar solo para el futuro
El tema del ahorro y las finanzas personales es un área que me fascina (discutí este libro para principiantes hace una semanas), y durante años seguí el consejo de ahorrar para el futuro, para la “jubilación”.
Sin embargo, me he dado cuenta de que una vida balanceada también implica disfrutar del presente. Hoy en día, trato de invertir en experiencias actuales o viajes, en vez de pensar únicamente en el “mañana”.
Especialización vs. generalismo
En mi años estudiando y posteriormente trabajando desde Chile, recibí el consejo de especializarme en una sola cosa y ser expertos en un área.
Sin embargo, me he dado cuenta que con la velocidad a la que avanza la tecnología, y en particular la inteligencia artificial, me ha hecho replantearme esta idea.
Veo así, un futuro que requerirá cada vez más de personas con una perspectiva amplia, que puedan entender y conectar distintas áreas del conocimiento.
Estudiar tecnología me ha dado una base que, siento, me permite adaptarme. A medida que el mundo se vuelve más interconectado, me doy cuenta de que la capacidad de “saber un poco de mucho” es invaluable. He elegido ignorar ese consejo de “especializarse en un solo campo” y, en cambio, estoy abierto a explorar distintas áreas, algo que encuentro esencial en una realidad tan cambiante.
🌎 Lo especial de estar fuera: Oportunidades, diversidad y acceso
Finalmente, lo más especial de esta vida en el extranjero se relaciona con las oportunidades que Vancouver ofrece, tanto para mí, mis hijas y mi esposa. Esta ciudad y su multiculturalidad han cambiado nuestra perspectiva del mundo, expandiendo nuestras oportunidades de crecimiento.
Oportunidades para mis hijas
Una de las mayores recompensas de esta decisión ha sido el acceso que mis hijas tienen a oportunidades educativas y artísticas. En Vancouver, ellas pueden explorar la música, el arte y otras disciplinas en un nivel que, en Chile, sería más limitado. Saber que ellas pueden desarrollarse en entornos de excelencia es una motivación y un consuelo al estar lejos de “casa”.
Cosmopolitismo y apertura cultural
Vancouver es una ciudad vibrante y multicultural. Escuchar varios idiomas en la calle y encontrarse con personas de diversas culturas y perspectivas es “el pan de cada día” aquí. Esta diversidad nos ha convertido en personas más abiertas, nos ayuda a comprender y a aceptar las diferencias, y a ser más adaptables en nuestro pensamiento.
Facilidad para viajar
Vancouver nos ha dado algo que siempre valoré: la posibilidad de viajar más fácilmente a distintos lugares del mundo. La proximidad a Asia y Estados Unidos hace que explorar otras culturas y países sea más accesible. Claro, la conexión con Chile sigue siendo complicada (entre 18 a 24 horas desde Vancouver), pero poder acceder a nuevas experiencias de viaje ha sido un gran plus. Cada viaje nos da una perspectiva nueva, y esta cercanía nos permite disfrutar de esas experiencias con más frecuencia.
Muchas gracias por leer este post. Espero escribir otro y compararlo con este en 8 años más. Un reconocimiento especial a mi señora, que sin ella, mis logros personales serían un pequeña fracción de lo que son ahora.
¿Alguna vez has considerado vivir fuera de tu país? ¿Qué aspectos te motivan o te detienen? Conversemos en los comentarios.
Otros updates
Este fin de semana viajo a Chile para asistir a 9punto5, y me emociona ver nuevamente a la comunidad reunida en su octava edición. La próxima semana también habrá eventos satélite en Panguipulli, Futrono y Paillaco. Espero tener la oportunidad de conversar y conocer a muchas personas en cada uno de estos lugares. Y tambien, estoy regalando 5 tickets acá 🙏🏻
Empecé a toda máquina con un club de lectura el pasado mes. Una lectura por semana. Mi propósito era profundizar en el aprendizaje de cada libro que leo, pero reconozco que no todos pueden seguir ese ritmo. Estoy actualmente reconfigurando la agenda para moverlo a un libro por mes y así tener mejor documentación pre y post sesión.
El pasado mes de Octubre estuve realizando entrevistas de prueba a 2 estudiantes de informática en Canadá. Documenté el feedback que les di en este link. Ojalá te sirva.
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Felipe
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