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No es secreto.
Los devs somos criaturas de escribir y plasmar nuestros pensamientos en código.
A ver... es lo que hacemos la mayor parte del día, ¿cierto?
Si a eso, le agregamos un condimento de trabajo asíncrono, baja proactividad en comunicación y un equipo desconectado de prioridades, tenemos una receta para el fracaso, tanto en la comunicación personal como interpersonal.
¿Te suena esa historia?
Este post habla de 7 pecados capitales, los cuales a lo largo de mi carrera los he encontrado (y algunas veces en las formas más inesperadas). Muchos me costaron caro, pero lo importante siempre es capitalizar esa experiencia.
La parte buena es que si te lees este post, no te aseguraré que vas a evitarlos todos pero si a detectarlos de forma más temprana y así ojalá, evitar el 100% de sus consecuencias.
Comencemos por el primero.
Pecado #1: Escribir y no hablar
Este ya lo spoileé en la intro, pero como te decía, no hay peor cosa para un dev (y más si trabaja remoto y de manera async) que enamorarse del teclado y usarlo como escudo.
Alzar la voz cuesta, y más incluso en el caso de tener una llamada con un colega o jefe para comunicar algo. Pero es muy necesario.
Lamentablemente, al escribir no estamos transmitiendo un tono de voz. Tu contraparte va a tener la libertad de interpretar el mensaje con su propia impronta y eso da lugar a malentendidos. Ni hablar cuando el mensaje tiene contenido o estás entregando feedback que alude directamente a esa persona.
Para mi el default es ir una llamada con video. Nuestro rol como devs es detectar esos momentos donde es mejor hablar o escribir, para así optimizar tiempo y no convertir la comunicación en algo subjetivo.
Pecado #2: Sobrecarga de emails
Creo que no hay peores cosas que arrancar un día laboral con una cascada interminable de emails por leer. Y esto tiene una causa bastante repetitiva entre organizaciones: la falta de toma de decisiones claras.
No saber quién tiene el poder de tomar una decisión dentro de la organización, o peor aún, negarle la posibilidad a los empleados de poder tomar sus propias decisiones, hace que la batalla de la ida y vuelta entre emails se prolongue eternamente.
Otro gran culpable de este pecado es la poca organización y sucede típicamente cuando no se definir equipos correctamente (por ejemplo en base a plataforma o tipo de cliente) . Si las personas tienen que interactuar entre sí en cada paso del proceso, es inevitable que reciban más cadenas de emails.
Y aquí volvemos al punto anterior. A veces es mucho mejor armar una llamada y resolver las dudas allí, que enviar miles de emails a toda la compañía.
Pecado #3: No saber comunicar un “no”
Este es de los pecados más comunes y ya he hablado un poco de él anteriormente en este post de LinkedIn.
A quién no le ha pasado que dice si a una tarea que no le correspondía, solo por que porque no supo decir que no. Yo levanto la mano.
Por suerte la experiencia es sabia consejera y hoy puedo decir que eso no me pasa más. Ahora sé cómo decir que NO sin que mi superior o compañero se molesten.
De paso te dejo unos tips rápidos para poner en práctica:
Se honesto con tus motivos de por qué no puedes cumplir con la solicitud.
Acto seguido, ofrece una solución alternativa. Esto es de especial importancia si estás diciéndole que no a un jefe. Tu jefe y equipo esperan soluciones, no más problemas.
¡Sé amable! Recuerda que estás hablando con tu equipo. Se considerado con tu respuesta.
Pecado #4: Trabajar con las emociones a flor de piel
El ámbito laboral es nuestra segunda casa (me siento tentado a decir la primera, simplemente por la cantidad de tiempo que pasamos trabajando, pero no lo haré).
Es normal trasladar cuestiones personales al trabajo, especialmente en un setup de trabajo remoto. Ojo que, que diga que sea normal, no quiere decir que esté bien.
Y hay una gran diferencia allí.
Es normal y esperable que existan días en donde nos encontremos tristes, irritables o cansados. Pero esto no justifica contestar mal o trabajar desganado.
Ante todo, el profesionalismo. Un buen quote que escuché una vez es:
“Save your tears for the pillow” (Guarda tus lágrimas para la almohada)
Aplica en la mayoría de los casos.
No quiero cerrar este punto señalando que apoyo 100% la vulnerabilidad y compartir sentimientos con jefes y/o equipo, ya que son parte inherente de nuestra humanidad y afectan nuestra productividad. Lo importante de este punto, es detectar esa falta de inteligencia emocional.
Pecado #5: Feedback poco constructivo
Este pecado también es de los más frecuentes, y me animo a decir que es de los más difíciles de sortear. Aprender a dar buen feedback es todo un arte (y voy a estar hablando con mayor profundidad sobre esto en el futuro), pero digamos que nadie está exento de dar mal feedback, incluso siendo un gran compañero o gran líder.
Lo importante a tener en cuenta, como regla general, es que el feedback tiene que ser positivo y estar justificado.
De nada sirve decirle a un compañero “esta línea de código está mal”...
Ok, si. Está mal.
Pero, ¿te preguntaste si el estaba al tanto de eso? Es probable que con ese comentario hayas entregado nada para solucionar el problema.
Una mejor versión para ese pedazo de feedback podría ser: “Esta línea de código no funciona por A y B. ¿Por qué no pruebas con C?”.
Pecado #6: No tener en cuenta diferencias culturales
Cada vez más estamos viendo el ensamblado de equipos multiculturales. Trabajar con personas de cualquier parte del mundo ya no es algo inusual y esto cambia las reglas del juego significativamente.
Es importante interiorizarnos sobre quién tenemos al otro lado. Las diferencias culturales e ideológicas a veces pueden ser un gran impedimento para la correcta comunicación entre pares.
Por eso, haz un esfuerzo por saber con quién trabajas y cuál es la mejor manera de colaborar juntos.
Pecado #7: Un nuevo día, una nueva reunión
En este punto hay que aplicar el buen criterio personal.
Sí, es cierto que hablar es mejor que escribir, pero las interminables reuniones recurrentes también son enemigas de la comunicación (y la productividad).
Las personas se cansan. Su capacidad para procesar información disminuye durante el día. Y si mientras más reuniones, las personas dejan de asistir por falta de tiempo, el gran objetivo se pierde.
Lo mejor es llegar a un balance y poder discernir cuando vale la pena una reunión y cuando es mejor una comunicación por escrito.
¿Te identificas con alguno de estos “pecados” más? ¿Cuál es el mayor obstáculo que actualmente tienes para resolver ese “pecado”?
Hablemos en los comentarios.
Quote de la semana
Esta semana ha sido muy ocupada, con responsabilidades familiares, preparar material para un par de presentaciones y la lista sigue. Aún así me he dado el tiempo para seguir disfrutando de este libro, que empecé el fin de semana anterior.
Algo en lo que he trabajando últimamente es en entender como recibimos y entregamos feedback. Da igual el cargo.
Y lo que dice este quote es muy cierto. El feedback se divide en 2. El que se basa en hechos, y el que se basa en los sentimientos que experimentamos al recibirlo.
Otros updates
El miércoles pasado tuvimos en la comunidad privada, una sesión extensa con Nick Wilkinson. Hablamos de estrategias para comunicarse mejor entre devs y project managers. Entre los sub temas estuvo la relación con el cliente, deuda técnica, rituales, construcción de confianza, entre otros. Estuvo muy entretenido. Estoy actualmente en el proceso de trabajar en los subtítulos para hacerlo disponible en Gumroad.
El próximo martes lanzaré un nuevo episodio de podcast junto a una invitada de lujo: Andrea Griffiths de Github. ¡No lo dejes pasar!
Es increíble que ya estemos a finales de Abril del 2023. ¿Cómo va tu año? ¿Hay algo que te pueda ayudar?
Eso es todo por hoy. Disfruta lo que resta de viernes.
Un abrazo.
Felipe
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