¿Cuándo darle un dispositivo móvil a un niño?

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Decidir cuándo darle un dispositivo móvil a un hij@ es uno de esos dilemas modernos que enfrentamos como padres. Tengo dos hijas, una de trece años y otra de seis, y he pasado por diferentes etapas en este proceso.

Lo que en un principio parecía una cuestión puramente técnica, con el tiempo se ha revelado como un desafío mucho más complejo.

Partiendo por el lado técnico, los controles parentales han avanzado mucho. Tanto en iOS como en Android, existen herramientas muy útiles para manejar el tiempo de uso, las aplicaciones permitidas y la exposición al contenido.

Funcionalidades como el down time, que bloquea el acceso al celular en ciertas horas, son muy efectivas para establecer límites claros. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que esta es solo una pequeña parte del problema.

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La verdadera complejidad radica en la ansiedad que todos vivimos. Tanto padres como hijos estamos expuestos a una sobrecarga de información constante.

Las redes sociales y las noticias son solo algunos de los factores que alimentan esta ansiedad. Como padres, es natural querer proteger a nuestros hijos de esta vorágine, pero también es cierto que no podemos controlarlo todo. Incluso con los mejores controles parentales, siempre existirá esa sensación de estar un paso atrás, preocupados por lo que podrían ver o experimentar.

Además, está el reto de la educación, y no me refiero solo a la de nuestros hijos, sino a la nuestra como padres.

Si no nos educamos sobre lo que está pasando en las redes sociales o cómo los dispositivos afectan la vida de nuestros hijos, vamos a fallar en guiarlos. Esto requiere estar informados, actualizarnos constantemente y ser críticos con nuestras propias posturas. La tecnología avanza rápido, y con ella, nuestras responsabilidades.

También debemos tener en cuenta nuestras propias expectativas. Antes de tener hijos, es fácil decir “a mis hijos no les voy a dar un celular hasta los 15 años”. Pero la realidad cambia. La presión social y cultural, así como el contexto en el que vivimos, influyen en nuestras decisiones.

Y, por supuesto, están sus amigos y la dinámica de su entorno. Aunque intentemos limitar el tiempo de pantalla en casa, sabemos que fuera de ella las reglas son distintas. No podemos controlar lo que hacen cuando están con otros, y eso también es parte del proceso de soltar.

En particular aquí en Vancouver, hay mucha influencia asiática. Fue evidente desdel momento que llegamos, que el acceso a pantallas para familias asiáticas es distinto a nuestra expectativa, y en ciertos casos extremo.

Con mi hija mayor, la prueba y error ha sido una constante. Hemos tenido que ajustar las reglas, aprender de los errores y, sobre todo, ser pacientes. Es un aprendizaje mutuo: ellos se están acostumbrando a la tecnología, y nosotros a ser padres en un mundo donde los celulares y la comunicación con sus pares es una parte fundamental de la vida diaria.

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He leído que, alrededor de los trece años, la influencia de los padres disminuye considerablemente. Por eso, creo que la educación debe empezar mucho antes. No se trata solo de decir “no” o de poner límites, sino de generar un diálogo constante, de crear un ambiente de confianza en el que ellos puedan compartir sus inquietudes y nosotros, nuestras razones.

Al final del día, no hay fórmulas mágicas.

Cada familia es un mundo y cada niño es diferente. Lo que sí creo que es fundamental es mantenernos informados, ser flexibles y confiar en que, con el tiempo, ellos desarrollarán las herramientas necesarias para manejar su propia relación con la tecnología. Porque, después de todo, eso es lo que buscamos: que aprendan a decidir, a cuestionar y a manejar sus propios límites.

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Cuéntame en los comentarios como ha sido tu experiencia como mamá/papá dándole un dispositivo móvil a tu hij@. Me interesa mucho leer otras opiniones y vivencias.

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Otras recomendaciones

• La conversación entre Peter Thiel y Joe Rogan. Es larga pero la vale la pena, especialmente la primera mitad. Lo que más me llamó la atención fueron las reflexiones sobre la inteligencia artificial. Creemos que está avanzando muy rápido, pero si centramos la atención a otras cosas, la tecnología está estancada. Se nombra la espera de aviones en aeropuertos y detección facial como ejemplos. También se compara esta tecnología con el boom de internet de los 90’s. O sea, puede explorar pero además puede demorar 15-20 años en madurar.

• 9punto5 versión 2024 avanza muy rápido. En estas últimas semanas, he estado conversando con algunos de los speakers en el canal de Youtube. Hemos hablado de música, inteligencia artificial, viajes y más. Pero detengamonos acá. Hasta el 30 de septiembre, hay un descuento imperdible de un 50% (“early bird”) para un número limitado de tickets ⚠️. Hay dos versiones: 2 y 3 días. Recomiendo el de 3 para sacar mayor provecho y juntarnos en el green carpet para conversar y tomarnos un trago. Imperdible. Puedes ver el detalle acá.

• El verano en Vancouver me ha permitido estar más relajado y leer mucho. Me encanta leer misterio y thrillers y una joya que terminé de leer hace unas semanas “Los misterios de la taberna Kamogawa”. Es encontrar al asesino pero en versión platos de comida japonesa. La taberna es un lugar escondido donde va a gente y paga por recrear platos de los que tienen vaga memoria. Recuerdos de infancia, el plato de un primera cita o el que marcó el quiebre de una relación. Además al ser fan de la cultura japonesa, le dio otra capa de placer al conocer preparaciones fuerad el típico sushi o ramen. Hay siete libros, pero solo dos están traducidos al español. ¡Muy recomendado! 🍣🍜